viernes, 14 de agosto de 2009

Honda VTR 250: "la esperada" ...

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Más de una década ha tenido que pasar, para el resurgimiento de un modelo, que a pesar de no haber tenido una longeva comercialización, caló muy hondo en el mercado de pequeña cilindrada. A pesar de su temprana "extinción", han seguido proliferando moto clubes en su honor, y sus incondicionales nunca la han olvidado.

La fórmula del éxito fue sencilla. Una moto utilizable, de bella estampa desnuda, fiable como buena japonesa y con una apasionada mecánica bicilíndrica en V "a la europea". Con estos ingredientes se aseguró una buena aceptación inicial, y una mejor reputación posterior. De las que quedan en activo, es difícil oír hablar mal a sus propietarios.

Con un mercado muy polarizado, entre las máquinas de considerable cilindrada, y las urbanitas de octavo de litro, se echaban en falta opciones que aunaran la polivalencia y el bajo mantenimienento, con un comportamiento alegre y sin "limitaciones" para eventuales escapadas. Antes de la VTR ya dio un paso en este sentido Kawasaki con la más pequeña de sus Ninja. Ojalá este mercado se reactive, máxime dado el valor de estas monturas como estupendas "moto escuela".

Esta nueva VTR se caracteriza por su look de moto grande, huyendo del concepto de adaptación en miniatura. Sigue manteniendo su aire retro, pero con detalles, muy cuidados por cierto, que la acercan a los gustos actuales. Respecto a su predecesora, luce un colín más estilizado. La intrumentación combina información analógica con indicadores digitales de fácil lectura. La belleza del chasis multitubular continúa acaparando la vista lateral, acompañada por unas líneas de depósito y asiento muy bien resueltas.

La VTR es una moto estrecha y de asiento bajo, lo que unido a su elevado y ancho manillar, contribuye a una posición de conducción muy confortable, incluso para las más bajas estaturas. Sus contenidas dimensiones y la suavidad de su funcionamiento la hacen idónea para el tráfico urbano, donde se desenvuelve como pez en el agua.

Mención aparte requiere e propulsor, un V Twin a 90º de 250cc y refrigeración líquida, que rinde una potencia nada despreciable de 22 kW a 10.500 rpm. Cuenta con inyección electrónica PGM-FI y doble árbol de levas con cuatro válvulas por cilindro. El par máximo se alcanza a las 8.500 rpm, a las que ofrece un valor de 22 NM. A pesar de su configuración, el nivel de vibraciones es realmente bajo, ofreciendo un suave funcionamiento y un confort de marcha muy logrado.

No debe engañarnos su aspecto retro, pues no renuncia a un comportamiento bastante deportivo en las carreteras más reviradas, gracias al buen compromiso entre sus suspensiones y las bondades del chasis. La suspensión delantera se confía a una horquilla convencional con barras de 41 mm, que cumple sobradamente con su cometido. Detras recurre a un monoamortiguador ajustable en precarga. Un disco delantero de 296 mm, y otro de 220 mm detrás, se encargan de detener un conjunto de 161 kg con solvencia.

Para tratarse de una "dos y medio", la VTR hace gala de un comportamiento dinámico destacable, dando la impresión de llevar una moto de ciclindrada superior. El motor se muestra brioso y bastante lleno para su cubicaje. Como comentábamos al comienzo del artículo, es la moto ideal para acceder a "ligas superiores", así como para quienes buscan una urbana de uso cotidiano, con aptitudes para ese "algo más" al que las de convalidación no llegan.



mikerider (webmaster)

1 comentarios:

Unknown dijo...
15 de agosto de 2009, 13:06  

Muchas gracias por publicar esta información. Quiero comprar esa moto y me ha venido muy bien.

Gracias (Marco desde Mallorca)