Si pensamos en motos grandes, cómodas, estables y sofisticadas, las siglas BMW pasarán automáticamente por nuestra cabeza. Si además pensamos en esos conceptos a lo grande, con el máximo nivel tecnológico y unas prestaciones exuberantes, es irremediable hacerlo en clave de "k".
La K1300S aúna conceptos tan dispares como deportividad, comodidad y capacidad rutera, en una máquina que de ser un tren, sería el AVE. Es capaz de llevarte a donde sea, de la forma más rápida y segura posible sobre dos ruedas. Si su predecesora (K1200) ya era una moto de apabullante capacidad, el reciente aumento de cilindrada de esta edición, unido a otra serie de mejoras, la convierten en una máquina excepcional.
Lo primero que impacta al tenerla delante es su importante tamaño. Es una moto grande y bastante larga. Igualmente impresionan sus acabados y la belleza de sus líneas, sobrias pero muy elegantes. Sin estridencias ni alardes de diseño, se ha logrado un producto de gran nivel, tanto funcional como estéticamente.
El carenado y la cúpula se muestran generosos, desviando completamente el aire del piloto y acompañante. La posición de conducción es sumamente cómoda, y aunque no llega a ser la de una GT, está a años luz de una deportiva al uso en este sentido. El asiento está situado a 820 mm de altura, por lo que a pesar de sus dimensiones, es apta para tallas medias sin problema.
A nivel de equipamiento y soluciones técnicas se trata de una motocicleta completísima. La parte ciclo recurre al habitual sistema Duolever para el tren delantero, mientras que detrás recurre a un basculante monobrazo de aluminio, que integra la transmisión mandada por cardán. El chasis es un doble viga de aluminio, con el motor como elemento autoportante. En el apartado de frenos está igualmente a la última, gracias a un eficaz y poco intrusivo sistema ABS. Delante monta sendos "long play" de 320mm, mordidos por pinzas de cuatro pistones de sobrada potencia. Detrás equipa un monodisco de 265mm, con pinzas flotantes de doble pistón.
El propulsor merece mención aparte. Ha incrementado en 136 centímetros su cubicaje respecto a la anterior versión, con lo que se logra alcanzar unos escalofriantes 175 cv de potencia a sólo 9250 rpm. La cifra de par resulta igualmente descomunal, ofreciendo 140 Nm mil vueltas más abajo. Con semejantes reservas, las aceleraciones resultan fulgurantes, a pesar se sus casi 254 kg en orden de marcha. A pesar de tan ingente caballería, resulta casi imposible descomponerla, aun abriendo gas con decisión, gracias al sofisticado trabajo de las suspensiones "made in" BMW. En cualquier caso conviene no hacerlo, si queremos que el enorme "donut" trasero, de medida 190/55 ZR 17, alcance una duración decente.
Que nadie se engañe, a pesar de sus innegables cualidades ruteras y su confort frente a la competencia, esta BMW es una auténtica deportiva. Rondando sin problema los 290 km/h de punta, y el 70% de la potencia disponible a sólo 3000 vueltas, se trata de un auténtico misil tierra-tierra. En cualquier caso es también justo decir que no es precisamente la moto más ágil del mercado, habida cuenta de su distancia entre ejes y sus considerables dimensiones, aunque sólo pierde algo de ritmo en los terrenos más revirados. En cuanto tenga una recta a la vista, o curvones de radio algo más abierto, apenas habrá tiempo para despedirse de ella.
Así pues, estamos ante una moto de última hornada, con una tecnología sólo al alcance de muy pocos fabricantes, y el prestigio que sólo la marca del aspa tiene en ciertos aspectos. Si estás dispuesto a pagar los más de 18.000 € que cuesta, y te gusta lo mejor, pocas opciones hay como esta moto.
2 comentarios:
Menudo maquinon. Siempre me han gustado las BMW, pero ultimamente se estan saliendo. Un 10 para ellos.
Ciertamente, BMW siempre ha estado a la vanguardia tecnológica en todo lo que ha fabricado, y por supuesto ha sido y es un referente en este sentido en cuanto a motos.
Le faltaba quizá conectar con la parte emocional del motero, con diseños más desenfadados y alejados del concepto de moto "panzer". Las últimas creaciones de "beme" van en esa línea, con máquinas tecnológicamente superiores, a la par que bonitas. Coincido contigo, un 10 para ellos.
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