La compañía ha confirmado que la supresión de puestos afectará a 200 trabajadores en el extranjero (Italia y Estados Unidos) y a unos 800 en Japón. Estas medidas suponen la ampliación del ámbito de aplicación de las severas reformas estructurales que ya habían planteado, incluyendo la reorganización de la estructura de fabricación, la mano de obra y la reducción de los costos.
Según fuentes de la propia compañía, la demanda en Europa y Estados Unidos difícilmente se recuperará a corto o medio plazo, por lo que se estima que las ventas mantengan su actual tendencia, lo cual requiere de las referidas medidas para evitar pérdidas económicas masivas. Imaginamos que la prolífica actividad creadora e innovación tecnológica de Yamaha, constante en los últimos años, será lo primero en resentirse, lo cual sin duda es una mala noticia para el sector y los incondicionales de la marca de los diapasones.
miguel (webmaster)
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