Hoy se asoma a las páginas de TENERIDERS una auténtica joya de dos ruedas: la Ducati 748 RS. Se trata de una edición limitada de la equilibrada 748 (hermana pequeña de la legendaria 916), de la que se produjeron un número muy reducido de unidades y dotada no sólo de una estética de infarto, sino de un buen puñado de componentes exclusivos pensado para la competición. Se trata de una Ducati en el sentido más tradicional de esa definición: bronca, exigente, dura, sin concesiones y sin compromisos ... una moto auténtica que rezuma poderío por los cuatro costados. ¿Quieres una?, no lo tienes fácil, aunque hay quién asegura que en raras ocasiones pueden encontrarse en E-Bay por unos 16.000 €.
Durante la dilatada vida de la gama (1.994-2.002) la RS no fue la única versión de la magnífica 748 ... pero sin duda fue la más exitante. Era ligera, era potente, era rápida y era preciosa. En torno a su chasis multitubular se desplegó un carenado ultraligero a base de fibra de carbono, que le confería una aspecto intimidante. La RS no dejaba lugar a dudas sobre su extrema personalidad y bastaba un vistazo a sus exhuberantes curvas, para darse cuenta de que se trataba de un aparato muy especial.
Su corazón fue modificado con componentes racing y el efecto fue clamoroso. La 748 RS era un auténtico cohete, aunque había que tener manos y nervios de acero para dominarla con garantías. Se modificaron el ángulo de ataque de las válvulas así como el montaje de los árboles de levas. Los materiales utilizados y el alto rendimiento de los componentes, obligaban a unos periodos de mantenimietno bastante cortos, lo que ayudó a fomentar la fama de Ducati en este sentido.
Su robusto V-Twin de 748 cc rendía 124 cv de potencia a 12.000 rpm y 7'9 mkg a 9.000 rpm. El magnífico rendimiento de su motor unido a su peso de 172 kg, la convertían en un auténtico jet del asfalto.
Durante la dilatada vida de la gama (1.994-2.002) la RS no fue la única versión de la magnífica 748 ... pero sin duda fue la más exitante. Era ligera, era potente, era rápida y era preciosa. En torno a su chasis multitubular se desplegó un carenado ultraligero a base de fibra de carbono, que le confería una aspecto intimidante. La RS no dejaba lugar a dudas sobre su extrema personalidad y bastaba un vistazo a sus exhuberantes curvas, para darse cuenta de que se trataba de un aparato muy especial.
Su corazón fue modificado con componentes racing y el efecto fue clamoroso. La 748 RS era un auténtico cohete, aunque había que tener manos y nervios de acero para dominarla con garantías. Se modificaron el ángulo de ataque de las válvulas así como el montaje de los árboles de levas. Los materiales utilizados y el alto rendimiento de los componentes, obligaban a unos periodos de mantenimietno bastante cortos, lo que ayudó a fomentar la fama de Ducati en este sentido.
Su robusto V-Twin de 748 cc rendía 124 cv de potencia a 12.000 rpm y 7'9 mkg a 9.000 rpm. El magnífico rendimiento de su motor unido a su peso de 172 kg, la convertían en un auténtico jet del asfalto.
La parte ciclo estaba en consonancia con el resto de la moto: horquilla invertida Öhlins de 43mm, completamente ajustable tanto en compresión como en rebote en el tren delantero y un monoamortiguador trasero multiajustable de 74mm, también firmado por la casa sueca. La magnífica suspensión se complementaba perfectamente con el generoso equipo de frenos "made in" Brembo, compuesto por dos discos de 320 mm en la rueda delantera y un disco de 220 mm en la trasera.
El sistema de escape se confió a una pareja de Termignonis en fibra de carbono al más puro estilo italiano; un rasgo distintivo de la casa de Borgo Panigale también incorporado a la 748, que resultaban no sólo agradables a la vista, sino también al oido con un sonido que llegaba a resultar adictivo.
El sistema de escape se confió a una pareja de Termignonis en fibra de carbono al más puro estilo italiano; un rasgo distintivo de la casa de Borgo Panigale también incorporado a la 748, que resultaban no sólo agradables a la vista, sino también al oido con un sonido que llegaba a resultar adictivo.
Insistimos en ello: una auténtica joya, más si cabe considerando el reducidísimo número de unidades fabricadas y el mercado especulativo que se monto en torno a ella con el paso del tiempo.
antonio (administrador)
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