Triumph ha llevado a su modelo más exuberante un paso más allá. La Triple Rocket se desmelena y saca a relucir su lado más deportivo y agresivo en la versión Roadster, una puesta a punto tanto mecánica como estética de la que podremos disfrutar a comienzos de 2010 (a partir de febrero).
La nueva Roadster se acerca al concepto Streetfighter y para ello comienza por modificar la postura de conducción. Las estriberas se han rediseñado para adaptarlas a una conducción deportiva, estando más retrasadas y situadas en el interior con lo que la postura de pilotaje resulta más cómoda y natural. El asiento también ha sido rediseñado y ahora el mullido resulta más cómodo al tiempo que adelanta al piloto y lo eleva, colocándolo más cerca del manillar y logrando así que la sensación de dominio sea mayor.
El aspecto de la Roadster también se radicaliza y ahora la decoración se oscurece y los cromados dejan paso al negro mate y los tonos grises. La trasera queda rematada por dos grandes salidas de escape (una a cada lado) que además amplifican el ya de por si poderoso sonido del tricilíndrico de Triumph. En general el diseño se aligera y se aleja del barroquismo de las anteriores versiones resultando más atractivo y deportivo.
Con respecto a los cambios técnicos, la suspensiones se endurecen y ofrecen un mejor compromiso entre confort y efectividad que en las precedentes. El motor sigue manteniendo la misma arquitectura que han convertido al modelo en leyenda: tres cilindros y 2.300 cc que la convierten en la moto con el mayor motor del mercado. Sin embargo el corazón de la Triple Rocket ha sido convenientemente afinado y aumenta su par motor en un 15%, arrojando una cifra de 224 Nm (22'5 mkg), convirtiendo al motor de la inglesa en el que más par desarrolla de entre todos los modelos de producción del mercado. Su cifra de potencia se sitúa en torno a los 150 cv, que resultan aún más intimidantes en una moto de esta envergadura.
La Roadster continúa siendo una moto pesada, aunque ha recibido una cura de adelgazamiento que sitúan su peso en seco en torno a los 305 kg, ahorrando unos 20 kg con respecto a la Triple Rocket Classic. La transmisión se mantiene inalterada, conservando su robusta caja de cambios de cinco velocidades y el embrague multidisco en baño de aceite. Incorpora en cambio un nuevo sistema ABS (novedad absoluta en la gama Triple Rocket), que inspira mucha confianza a la hora de detener una moto de este tamaño.
Sin duda la Roadster les robará gran parte de las ventas a sus hermanas de gama. Su aspecto agresivo y su rendimiento afinado sin duda son un soplo de aire fresco para la Triple Rocket, que no ha perdido ni un ápice de su poderío en esta nueva versión, que además se ve beneficiada por el precio más competitivo de toda la gama Triple Rocket: 17.995 €.
La nueva Roadster se acerca al concepto Streetfighter y para ello comienza por modificar la postura de conducción. Las estriberas se han rediseñado para adaptarlas a una conducción deportiva, estando más retrasadas y situadas en el interior con lo que la postura de pilotaje resulta más cómoda y natural. El asiento también ha sido rediseñado y ahora el mullido resulta más cómodo al tiempo que adelanta al piloto y lo eleva, colocándolo más cerca del manillar y logrando así que la sensación de dominio sea mayor.
El aspecto de la Roadster también se radicaliza y ahora la decoración se oscurece y los cromados dejan paso al negro mate y los tonos grises. La trasera queda rematada por dos grandes salidas de escape (una a cada lado) que además amplifican el ya de por si poderoso sonido del tricilíndrico de Triumph. En general el diseño se aligera y se aleja del barroquismo de las anteriores versiones resultando más atractivo y deportivo.
Con respecto a los cambios técnicos, la suspensiones se endurecen y ofrecen un mejor compromiso entre confort y efectividad que en las precedentes. El motor sigue manteniendo la misma arquitectura que han convertido al modelo en leyenda: tres cilindros y 2.300 cc que la convierten en la moto con el mayor motor del mercado. Sin embargo el corazón de la Triple Rocket ha sido convenientemente afinado y aumenta su par motor en un 15%, arrojando una cifra de 224 Nm (22'5 mkg), convirtiendo al motor de la inglesa en el que más par desarrolla de entre todos los modelos de producción del mercado. Su cifra de potencia se sitúa en torno a los 150 cv, que resultan aún más intimidantes en una moto de esta envergadura.
La Roadster continúa siendo una moto pesada, aunque ha recibido una cura de adelgazamiento que sitúan su peso en seco en torno a los 305 kg, ahorrando unos 20 kg con respecto a la Triple Rocket Classic. La transmisión se mantiene inalterada, conservando su robusta caja de cambios de cinco velocidades y el embrague multidisco en baño de aceite. Incorpora en cambio un nuevo sistema ABS (novedad absoluta en la gama Triple Rocket), que inspira mucha confianza a la hora de detener una moto de este tamaño.
Sin duda la Roadster les robará gran parte de las ventas a sus hermanas de gama. Su aspecto agresivo y su rendimiento afinado sin duda son un soplo de aire fresco para la Triple Rocket, que no ha perdido ni un ápice de su poderío en esta nueva versión, que además se ve beneficiada por el precio más competitivo de toda la gama Triple Rocket: 17.995 €.
antonio (administrador)
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