Noviembre viene plagado de novedades (no hay que olvidar que el EICMA está dando todo de sí en estos días). Honda ha sido una de las marcas que más sorpresas ha desvelado de cara a 2010, desde el pasado Salón de Tokio y tras el bombazo de la nueva VFR y la presentación en sociedad de la CB 1100 F, la marca del ala dorada hace un lavado de cara de su gama custom con la puesta en escena de la Shadow RS.
La premisa del nuevo modelo es clara: una custom de corte sencillo, muy al gusto europeo (sin un sobrecargado diseño que abuse de los cromados al estilo americano), con un fiable y brioso propulsor y un peso contenido. ¿Peso contenido una custom?, pues sí. Sus 228 kg pueden parecernos muchos si hablásemos de una estilizada deportiva, pero tratándose de una custom de media cilindrada es loable el esfuerzo hecho en aligerar el conjunto (al fin y al cabo, cualquier superbike japonesa supera los 200 kg de peso).
En Honda son conscientes del conservadurismo imperante en el segmento custom y no han arriesgado demasiado en el diseño. El conjunto es realmente sencillo y a primera vista puede darnos la impresión de "más de lo mismo". Pero lo cierto es que fijándonos detenidamente encontraremos que se ha logrado un conjunto muy equilibrado y que resulta un diseño muy armonioso. Su estampa transmite solidez y ahí plantada parece querer decirnos: "Sí, voy a llevarte durante 200.000 km sin quejarme ni una sola vez". Parece a primera vista todo lo que una buena custom debe ser; una moto sólida, sencilla y cómoda.
La premisa del nuevo modelo es clara: una custom de corte sencillo, muy al gusto europeo (sin un sobrecargado diseño que abuse de los cromados al estilo americano), con un fiable y brioso propulsor y un peso contenido. ¿Peso contenido una custom?, pues sí. Sus 228 kg pueden parecernos muchos si hablásemos de una estilizada deportiva, pero tratándose de una custom de media cilindrada es loable el esfuerzo hecho en aligerar el conjunto (al fin y al cabo, cualquier superbike japonesa supera los 200 kg de peso).
En Honda son conscientes del conservadurismo imperante en el segmento custom y no han arriesgado demasiado en el diseño. El conjunto es realmente sencillo y a primera vista puede darnos la impresión de "más de lo mismo". Pero lo cierto es que fijándonos detenidamente encontraremos que se ha logrado un conjunto muy equilibrado y que resulta un diseño muy armonioso. Su estampa transmite solidez y ahí plantada parece querer decirnos: "Sí, voy a llevarte durante 200.000 km sin quejarme ni una sola vez". Parece a primera vista todo lo que una buena custom debe ser; una moto sólida, sencilla y cómoda.
Los estribos no están demasiado adelantados, con lo que las piernas no quedan tan estiradas como en otros modelos del segmento. El asiento es bajo y los mandos están muy al alcance de la mano, fruto de un concienzudo estudio de ergonomía, con lo que a simple vista parece una moto con la que pueden hacerse largos recorridos sin acusar el esfuerzo.
Con respecto al propulsor, se trata de un bicilíndrico en V de 750cc, alimentado por el eficaz sistema de inyección de Honda PGM-FI, que proporciona una entrega de potencia y par motor constantes, sin tirones y de manera muy suave, con un rendimiento destacable a medio y bajo régimen. Se trata de una unidad motriz agradable, parca en consumos y que gracias al desarrollo bien ajustado de su cambio de cinco marchas, resulta eficaz en aceleración y recuperación. Pese al aspecto externo del motor con ranuras de aireación, el sistema de refrigeración es por líquido, con el radiador bien visible anclado al chasis.
En la parte ciclo pocas sorpresas: chasis de doble cuna en acero, horquilla convencional, doble amortiguador trasero sin regulación y freno de tambor en el tren trasero, por un disco de 296mm en el delantero. Como todo en el resto de la moto, sencillo pero sólido.
La Shadow RS se erige como abanderada de la gama custom de Honda, donde estamos seguros que su discreción y su robusta estampa harán las delicias de cuantos moteros se sientan seducidos por sus evocadoras líneas. Sin duda parece que con motos como la Shadow RS o la reciente CB 1100 F, Honda quiere atraer a su seno a un público que no busca emular a los héroes de circuito ni pretenden lidiar con elementos de aviónica en su montura, sino disfrutar de las sensaciones puras e intensas, que sólo una moto de la vieja escuela puede transmitir.
Con respecto al propulsor, se trata de un bicilíndrico en V de 750cc, alimentado por el eficaz sistema de inyección de Honda PGM-FI, que proporciona una entrega de potencia y par motor constantes, sin tirones y de manera muy suave, con un rendimiento destacable a medio y bajo régimen. Se trata de una unidad motriz agradable, parca en consumos y que gracias al desarrollo bien ajustado de su cambio de cinco marchas, resulta eficaz en aceleración y recuperación. Pese al aspecto externo del motor con ranuras de aireación, el sistema de refrigeración es por líquido, con el radiador bien visible anclado al chasis.
En la parte ciclo pocas sorpresas: chasis de doble cuna en acero, horquilla convencional, doble amortiguador trasero sin regulación y freno de tambor en el tren trasero, por un disco de 296mm en el delantero. Como todo en el resto de la moto, sencillo pero sólido.
La Shadow RS se erige como abanderada de la gama custom de Honda, donde estamos seguros que su discreción y su robusta estampa harán las delicias de cuantos moteros se sientan seducidos por sus evocadoras líneas. Sin duda parece que con motos como la Shadow RS o la reciente CB 1100 F, Honda quiere atraer a su seno a un público que no busca emular a los héroes de circuito ni pretenden lidiar con elementos de aviónica en su montura, sino disfrutar de las sensaciones puras e intensas, que sólo una moto de la vieja escuela puede transmitir.
antonio (administrador)
1 comentarios:
La verdad es que no soy mucho de custom, pero no está nada mal. Sin mucha recarga.
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