Nada menos que 100.000 € ha sido la suma pagada por un coleccionista por este pedacito de historia, puesta a la venta recientemente por la prestigiosa casa de subastas británica Bonhams. En su precario aspecto radica parte de su valor, pues nunca ha sido modificada en parte alguna, aunque su verdadera importancia es la de ser la primera motocicleta de la historia en producirse en serie. Casi nada. La última vez que funcionó fue en 1930, arrinconada desde entonces en casa de la misma familia de su original propietario, cuyas expectativas de venta eran de unos 70.000 €, ampliamente superados en la puja final.
El actual propietario de esta joya de la industria motociclista deberá ahora invertir otra gran suma de dinero para devolverla a la vida, aunque seguramente alguien que paga 100.000 euros por una moto en un estado ruinoso, por histórica que resulte, no tendrá problemas en dejarla tal y como como salió de la línea de montaje hace un siglo. No nos atrevemos ni a aventurar lo que costará después de su completa restauración.
miguel (webmaster)
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