La Kawasaki Zephyr es una vieja conocida de los aficionados al mundo de las dos ruedas. Son legión los incondicionales de la incombustible guerrera japonesa, que de la mano de Moriwaki, goza de una segunda juventud gracias a esta preparación especial sobre la base de la Zephyr 1100. No es la primera vez que Moriwaki y la Zephyr cruzan sus caminos, ya en 1999 Moriwaki se atrevió a customizar una máquina a priori tan convencional como la Zephyr. En aquella ocasión el resultado fue la Monster, una moto extrema que poco tenía que ver con el modelo original. En esta ocasión han respetado la esencia del modelo base sin renunciar a un acertado toque de exclusividad.
No han escatimado en materiales de primera calidad (no en vano gran parte de las nuevas piezas han sido tomadas de modelos de competición preparados por Moriwaki). Las MD 600 y 250 han sido donantes mayoritarias en el proceso y hay que reconocer que los trasplantes han sido un rotundo éxito.
Llama poderosamente la atención el nuevo basculante salido directamente del circuito. Elaborado en una sola pieza y con refuerzo inferior, se trata del complemento perfecto para una montura tan especial. La tija ha sido rediseñada y fabricada específicamente para este modelo. Resulta muy llamativa su triple sujeción y su agresivo diseño. El nuevo escape 4 en 1 es siete kilos más ligero aunque de mayor diámetro que el original (por no mencionar que la sinfonía que emana de él, poco tiene que ver con la del modelo estándar). Para no desentonar con el marcado carácter deportivo que se ha querido imprimir a la Moriwaki Zephyr, se han montado una estriberas racing ajustables en cuatro posiciones, que entroncan perfectamente con el nuevo carácter de la moto.
La preparación no es sólo estética. Moriwaki ha modificado por completo el esquema de suspensión de la Zephyr, sustituyendo los vetustos componentes de serie por elementos de primerísima calidad firmados por Ölhins. Una exuberante horquilla de amplio diámetro en el tren delantero y una pareja de amortiguadores trasero tipo Piggy Back, son los encargados de traer a la Zephyr de vuelta al siglo XXI.
Con respecto a la mecánica, se ha aumentado ligeramente la cilindrada a 1280 cc, consiguiendo un rendimiento potencial de 115 cv, para detener los cuales se han sustituido las pinzas de freno originales, por unas Brembo de cuatro pistones que aseguran una frenada tan contundente como su propio aspecto.
No han escatimado en materiales de primera calidad (no en vano gran parte de las nuevas piezas han sido tomadas de modelos de competición preparados por Moriwaki). Las MD 600 y 250 han sido donantes mayoritarias en el proceso y hay que reconocer que los trasplantes han sido un rotundo éxito.
Llama poderosamente la atención el nuevo basculante salido directamente del circuito. Elaborado en una sola pieza y con refuerzo inferior, se trata del complemento perfecto para una montura tan especial. La tija ha sido rediseñada y fabricada específicamente para este modelo. Resulta muy llamativa su triple sujeción y su agresivo diseño. El nuevo escape 4 en 1 es siete kilos más ligero aunque de mayor diámetro que el original (por no mencionar que la sinfonía que emana de él, poco tiene que ver con la del modelo estándar). Para no desentonar con el marcado carácter deportivo que se ha querido imprimir a la Moriwaki Zephyr, se han montado una estriberas racing ajustables en cuatro posiciones, que entroncan perfectamente con el nuevo carácter de la moto.
La preparación no es sólo estética. Moriwaki ha modificado por completo el esquema de suspensión de la Zephyr, sustituyendo los vetustos componentes de serie por elementos de primerísima calidad firmados por Ölhins. Una exuberante horquilla de amplio diámetro en el tren delantero y una pareja de amortiguadores trasero tipo Piggy Back, son los encargados de traer a la Zephyr de vuelta al siglo XXI.
Con respecto a la mecánica, se ha aumentado ligeramente la cilindrada a 1280 cc, consiguiendo un rendimiento potencial de 115 cv, para detener los cuales se han sustituido las pinzas de freno originales, por unas Brembo de cuatro pistones que aseguran una frenada tan contundente como su propio aspecto.
antonio (administrador)
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