Los moteros custom están de enhorabuena, ya que la esperada Honda VT750S ha sido puesta por fin a la venta después de varios meses de espera. De ella ya hablamos en su momento en TENERIDERS y destacábamos el encanto de esta custom de corte clásico y sencillo, que enamora por su pureza de líneas y por su toque minimalista tan al gusto del segmento. Pocos detalles nos quedaban por conocer de la VT, de entre ellos el más importante su precio. 6.499 € es la tarifa que se ha fijado para su venta en nuestro país, una cifra muy atractiva sobre todo considerando que sus rivales más directas, están como mínimo 2.000 € por encima.
Las viejas recetas siguen gustando al gran público y Honda lo sabe. Esa parece haber sido la premisa en la creación de la VT750S, una moto en la que contrariamente a lo que suele ocurrir con los nuevos modelos, ha sido fabricada con la intención de ser todo aquello que ya esperamos. Sus líneas no pueden resultar más clásicas: cada trazo ha sido esbozado con la sana intención de ser fiel a la más pura tradición del segmento; depósito de lágrima abombado, doble salida de escape tipo rifle, amplio asiento, instrumentación espartana, la dosis justa de cromo y latiendo debajo de ti, un robusto e indestructible bicilíndrico en V.
Quizá sea en la mecánica donde podamos encontrar más sorpresas. Cierto es que no se trata de una mecánica innovadora, cargada de soluciones vanguardista y de carácter explosivo, sin embargo si destaca de forma clamorosa la suavidad de funcionamiento que Honda ha conseguido. Lejos de los tirones y funcionamiento un tanto brusco de este tipo de mecánicas, el V-Twin de la VT750S hace gala de una linealidad envidiable, gracias en gran parte a su eficiente sistema de inyección electrónica PGM-FI tradicional de Honda. Se logra así no sólo un funcionamiento exquisito, sino unos consumos sumamente contenidos que le otorgan un plus en rendimiento en largos recorridos.
A ello ayuda también el compromiso entre eficacia y confort de su sencillo esquema de suspensiones, compuesto por una horquilla convencional de 41mm y, como no podía ser de otra manera, una pareja de amortiguadores laterales traseros. Una solución veterana, cierto, pero como decíamos unos párrafos más arriba, las viejas recetas continúan vigentes, más aún en una montura que encuentra en el clasicismo y la sencillez su razón de ser.
antonio (administrador)
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