La Speed Triple se renueva. La mítica streetfighter inglesa renace vestida apropiadamente para el siglo XXI, tras un buen puñado de años sin alterar sus formas. Los cambios, lejos de centrarse exclusivamente en el aspecto estético, han sido muy profundos y se ha creado una moto totalmente nueva, que unicamente conserva de su antecesora el espíritu que la ha convertido en un mito. El cambio más notorio afecta sin duda a las nuevas ópticas, que abandonan su tradional diseño circular en favor de unas líneas más agresivas y modernas. Su motor ha recibido un profundo rediseño que ha aumentado su potencia y redefinido la entrega de potencia y la suavidad del conjunto, en tanto que la parte ciclo es de nueva factura y mejor adapatada a las pretensiones de la moto.
Triumph ha roto con todo conservadurismo y se ha tirado a la piscina con la nueva Speed Triple. Los cambios han sido profundos y sin embargo sabes en todo momento que estás frente a la Speed Triple de siempre: esa moto compacta y maciza que rezuma fuerza por los cuatro costados. Su mecánica eroga cifras muy similares a su predecesora (1.050 cc, 3 cilíndros en línea y 135 cv de potencia). Lo que sí ha cambiado es la manera en la que esas cifras se manifiestan.
La entrega de potencia resulta ahora muy suave. En ese sentido estamos frente a una moto nueva, que perdona más errores con el puño del gas que su antecesora. Esa suavidad contrasta con la brusquedad del cambio, que pese a la precisión en el engranado de marchas, adolece de un tacto seco y áspero impropio de una moto moderna, pero que sin embargo encaja con la tradicional personalidad de la Speed Triple, que nunca ha sido una moto para pusilánimes.
Sin embargo el apecto más destacable del funcionamiento de su mecánica es la brillante entrega de par motor, que hace que el uso de esa caja de cambios áspera y seca sea casi anecdótico. Resulta especialmente destacable su rendimiento entre 6.000 y 8.000 rpm, la banda de revoluciones en la que nos desenvolveremos en reviradas carreteras de montaña, el hábitat natural de esta inglesa contundente.
La nueva Speed Triple aplastará el asfalto bajo su nueva y rediseñada mirada. Sin duda el nuevo conjunto de ópticas es el elemento que más llama la atención de su diseño. Se ha tratado de un asunto delicado para Triumph, atreverse a usar el lápiz para rediseñar el rasgo más distintivo del "viejo" modelo y es casi seguro que al principio muchos puristas renegarán de la nueva Triple por su traición al doble faro circular. Pero, ¿para qué engañarnos?, el nuevo diseño es un soplo de aire fresco para el modelo y acabará calando hondo incluso en el corazón de los más arraigados amantes del "Triumph Old Fashion".
Nosotros ponemos las imágenes y dejamos la pelota en tu tejado: ¿te gusta?.
antonio (administrador)
0 comentarios:
Publicar un comentario