La CBR 600F es ya un clásico por derecho propio dentro del mundo de las dos ruedas. A caballo entre una radical Supersport y una cómoda turismo de media cilindrada, la F ofrece lo mejor de los dos mundos a la legión de moteros que se han dejado seducir por sus encantos a lo largo de su dilatada vida. ¿En qué mejora esta nueva edición con respecto a las anteriores? Fácil: en todo. La nueva F ha supuesto un paso adelante en practicamente todos los aspectos destacables: ergonomía, funcionalidad, suavidad de funcionamiento, equipamiento y (siempre a título personal) diseño, el cual ha encantado en la redacción de TENERIDERS.
Tal vez el concepto que encarna la CBR 600F nunca había casado tan bien con la tendencia del momento. Si estábamos acostumbrados a que el mercado se rigiera por la escalada de prestaciones, es igualmente cierto que los malos datos económicos han provocado un giro hacia la racionalidad y hacia motos polivalentes y eficaces, más que a los monstruos "quema-asfalto". Precisamente tal es la carta de presentación de la CBR 600F, que con sutiles cambios con respecto a su hermana R, logra una equilibrio de funcionamiento envidiable.
Con un manillar alto y asiento de una pieza más bajo (800 mm), la postura de pilotaje resultará muy natural y relajada, próxima a sus hermanas naked. Las estriberas se han adelantado sensiblemente con respecto a la versión R, quedando las piernas más estiradas y reduciendo la fatiga de las rodillas. Pese a todo ello no renuncia a un decidido aspecto deportivo, rezumando agresividad por los cuatro costados.
El motor como es lógico se ha serenado en esta versión. Entrega 101 cv de potencia a 12.000 rpm, más que suficientes para mover con inusitada soltura los 209 kg de peso de la F. La entrega de potencia es tal y como se puede esperar: progresiva y sin la consabida brusquedad de las deportivas puras, lo que se agradece cuando se llevan a la espalda una buen puñado de kilómetros.
No se ha descuidado tampoco la parte ciclo. El chasis es el conocido Mono-Backbone en fundición de aluminio y sección rectangular de Honda, sobre el que se ha montado una horquilla invertida HMAS de 41 mm ajustable en precarga y extensión y un monoamortiguador trasero multiajustable y de 46 mm de recorrido. Un equipo altamente eficiente y que cumplirá en todos los sentidos, satisfaciendo tanto a quien busque una montura con la que hacer kilómetros por autopista, como para quien quiera subir puertos de montaña a ritmo rápido.
Tal vez el concepto que encarna la CBR 600F nunca había casado tan bien con la tendencia del momento. Si estábamos acostumbrados a que el mercado se rigiera por la escalada de prestaciones, es igualmente cierto que los malos datos económicos han provocado un giro hacia la racionalidad y hacia motos polivalentes y eficaces, más que a los monstruos "quema-asfalto". Precisamente tal es la carta de presentación de la CBR 600F, que con sutiles cambios con respecto a su hermana R, logra una equilibrio de funcionamiento envidiable.
El motor como es lógico se ha serenado en esta versión. Entrega 101 cv de potencia a 12.000 rpm, más que suficientes para mover con inusitada soltura los 209 kg de peso de la F. La entrega de potencia es tal y como se puede esperar: progresiva y sin la consabida brusquedad de las deportivas puras, lo que se agradece cuando se llevan a la espalda una buen puñado de kilómetros.
antonio (administrador)
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