La nueva y remozada CBR 125R llega al fin a nuestro mercado. El escalón de acceso a las motos de corte deportivo del fabricante japonés se ha puesto al día y lo cierto es que el esfuerzo de Honda en este nuevo modelo parece loable. Para empezar su aspecto impacta desde el primer momento. Las anteriores CBR 125 adolecían de una falta de fuerza en el diseño que las hacía parecer exactamente lo que son: motos pequeñas, indicadas para iniciarse en el mundo de la conducción deportiva a un bajo coste de mantenimiento. El nuevo modelo riñe con esta premisa y adopta aspecto y empaque de moto mayor, lo que unido a la tradicional calidad de realización de Honda, perfilan a priori un producto sumamente atractivo.
A grandes rasgos podríamos resumir la esencia de la nueva CBR 125 R diciendo que cuenta con el diseño de cuerpo de una Fireblade, la óptica delantera de la nueva VFR, la ligereza de un Scoopy y un precio tremendamente contenido tratándose de toda una Honda. Se trata de una moto en la que la ligereza y la rapidez de reacciones propician un comportamiento muy ágil en toda circunstancia. Corta distancia entre ejes, posición relativamente baja del asiento y una óptima colocación de manillar y estribos, hacen que manejar con fluidez a la "Baby CBR" sea un juego de niños.
Estará disponible en principio en tres acabados: Negro Asteroid, Plata Terra y Blanco Ross Tricolor. Si te convencen sus argumentos dispondrás de ella a partir de la primera semana de febrero, a un precio de 3.299 €.
antonio (administrador)
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